Una pregunta que surge a menudo sobre el funcionamiento de la tecnología RFID es la siguiente:
¿Cómo es posible asegurar que se han leído todas las etiquetas correctamente?
La mayoría de las personas tiene la percepción de que manipular “físicamente” cada artículo para poder leer su código de barras, evita que se cometan errores u omisiones
Pero esta percepción es errónea
Este es un hecho que ha sido confirmado por estudios que han comparado la aplicación de ambas tecnologías y permitieron ratificar que la tecnología RFID no solo es más rápida, sino mucho más precisa
Tal es el caso del proyecto “Zipper”, un estudio realizado por la Universidad de Auburn y GS1 donde se examinó el flujo de un millón de productos durante un año, comparando la efectividad de ambas tecnologías para el control de los movimientos logísticos de la mercaderia
La conclusión del estudio fue concluyente:
La tasa de error detectada utilizando código de barras fue del 69%
La tasa de error detectada con RFID fue del 1%
Lamentablemente, en muchos casos la percepción errónea de que el código de barras es más seguro que la tecnología RFID, ha generado que las empresas desistan de implementar esta herramienta y beneficiarse de su potencial