El automovilismo comenzó a utilizar tecnología RFID para identificar de forma unívoca a cada neumático. De esta manera se asegura que los coches que se emplean en la carrera monten los mismos neumáticos que ha declarado cada equipo.

El chip RIFD se incorpora dentro de cada neumático durante su fabricación, identificando individualmente a cada cubierta.

Previamente era necesario que los comisarios verificaran uno a uno los neumáticos de cada coche leyendo sus códigos de barras

A partir de la implementación de RFID, esta comprobación se realiza de forma automática cada vez que el coche pasa por un arco de control instalado en el pit lane.

Al comienzo de la prueba se crea una lista de los números de neumáticos asociados a cada coche. Estos códigos son escaneados en los neumáticos mientras ruedan a velocidades de hasta 60 km/h.

Esto permite verificar que cada rueda responde a las características demandadas por la organización de la carrera.

En caso de que el sistema detecte alguna irregularidad, da aviso inmediato al ente de control.

De esta forma, el uso de RFID permite garantizar un mejor control de las normas y una competencia limpia para los participantes