Imaginemos que somos pescadores y, como tales, dependemos de nuestra pesca para hacer crecer nuestro negocio.

Cuantos más peces capturemos, más podremos vender y mejor le irá a nuestro emprendimiento.

Tenemos dos opciones:

1. Podemos invertir tiempo pescando los peces uno a uno

2. Podemos intentar algún otro método más eficiente, como por ejemplo una red, que en el mismo espacio de tiempo nos permite capturar una mayor cantidad de peces.

Cuando realizamos auditorías físicas de inventario, sucede exactamente lo mismo:

Conocer con exactitud cuál es la disponibilidad y ubicación de nuestros productos es un factor clave del éxito de nuestro negocio.

Para lograrlo, podemos optar por estas alternativas:

1. Controlar los artículos de forma manual

2. Utilizar códigos de barras
(En ambos casos, teniendo que capturar uno a uno los datos de cada producto).

3. Buscar un método diferente que nos permita capturar los datos de cientos de artículos de forma simultánea y en cuestión de segundos.

La tecnología RFID es al control de inventarios lo que la red es al pescador de nuestro ejemplo.

Gracias al uso de ondas de radiofrecuencia, RFID permite capturar una gran cantidad de información sin necesidad de “ver” cada código.

– Esto permite completar una auditoría de inventarios con una sola persona, en minutos.

– Como resultado, se obtiene información precisa, confiable y actualizada sobre la disponibilidad del stock.


Entonces me gustaría preguntarles:

¿Por qué seguir “pescando” los inventarios uno a uno cuando podemos usar una red?


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