Cuando se trata de gestionar inventarios, la velocidad y la precisión son aspectos clave para asegurar el éxito operativo de cualquier empresa.


Te invito a realizar una comparación práctica comparando dos tecnologias que pueden utilizarse para gestionar auditorias de stock: RFID vs Código de Barras

Supongamos que necesitamos auditar 5.000 artículos en una tienda de retail.

– Código de Barras

Cada artículo debe ser contado uno por uno, y para cada uno de ellos se requiere:

Localizar la etiqueta

Apuntar el lector manualmente

Confirmar la lectura

Manipular físicamente el producto si está doblado, colgado o empaquetado

– Tiempo estimado por artículo: 10 segundos

– Total para 5.000 artículos:

5.000 × 10 seg = 50.000 segundos = 833 minutos (casi 14 horas)

Y todo esto asumiendo que no hay errores, repeticiones ni interrupciones.

Por este motivo, normalmente se requiere de un equipo conformado por 4 a 6 personas trabajando varias horas fuera del horario comercial.

Y lo peor: una vez finalizado el inventario y realizados todos los ajustes, la información vuelve a quedar desactualizada rapidamente.

– RFID:

Cada etiqueta RFID puede ser leída en forma simultánea y sin necesidad de línea de visión directa.

Una persona con un lector RFID (tipo handheld) puede caminar entre las estanterías, recorriendo la tienda mientras captura cientos de productos por segundo.

– Velocidad promedio:

Un lector portátil puede inventariar entre 500 y 1.000 artículos por minuto, dependiendo del entorno.

– Tiempo estimado para 5.000 artículos:

Sumando el tiempo de preparación y validación, con RFID el mismo inventario puede realizarse en treinta minutos, con una sola persona y sin la necesidad de cerrar la tienda ni contratar auditores externos.

¿Por qué?

Porque RFID permite leer simultáneamente cientos de artículos sin necesidad de línea de visión, eliminando el escaneo uno a uno

Como cada código almacenado en la etiqueta es único, con RFID no existe la posibilidad de realizar lecturas duplicadas, eliminando los errores humanos.

Resultado: RFID es hasta 25 veces más rápida que los métodos tradicionales

Esta diferencia en eficiencia y productividad ofrecida por RFID, se traduce en:

– Menos horas de trabajo

– Menor dependencia de recursos externos

– Mayor frecuencia de control (puede hacerse cada semana, no una vez al año)

– Datos más confiables para tomar decisiones operativas

– Optimizacion del abastecimiento (reducir quiebres de inventario y eliminar sobrantes)

Conclusión: La velocidad y precisión de RFID no solo ahorran tiempo y recursos, también mejoran la experiencia del cliente, al asegurar que los productos estén siempre disponibles en el momento y lugar adecuados.

Si estas interesado en evaluar la implementación de tecnologia RFID para el control de inventarios, no dudes en contactarnos!