Ningún producto escapa de ser falsificado, desde prendas de vestir o calzado, tecnología, artículos de lujo, juguetes o cosméticos
Según los datos de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se estima que en 2019 el mercado internacional de productos falsificados y copiados ascendió a 464.000 millones de dólares, es decir, el 2,5% del comercio mundial.
Ante la creciente oferta de productos falsificados, las compañías no solo quieren proteger su imagen sino también proteger a sus clientes del perjuicio económico que puede suponer adquirir un artículo falso pensando que es un original.
Por este motivo, cada vez más marcas han comenzado a incorporar soluciones tecnológicas para proteger los intereses de sus usuarios, facilitandoles información sobre los productos que adquieren y garantizando su calidad.
Para ofrecer transparencia y legitimar el origen y autenticidad de los productos, la tecnología RFID se ha convertido en la gran aliada de las marcas
La autenticación RFID a nivel de artículo basada en la serialización unívoca de cada artículo garantiza la integridad y la visibilidad en toda la cadena de suministro, lo que facilita la autenticación inmediata del producto y el seguimiento del envío, reduciendo el riesgo de falsificación y desvío.
Al incorporar un código de producto electrónico (EPC) serializado en cada etiqueta producida y almacenar esa información en una base de datos, los minoristas y los propietarios de marcas obtienen un registro histórico de dónde y cuándo se produjo un artículo, así como su destino previsto.
Esta información puede luego ser utilizada por el personal de protección de marca y prevención de pérdidas para autenticar un artículo, así como para alertar cuándo se detecta un potencial desvío de su destino previsto.
El uso de la serialización vinculada a datos específicos del producto es una herramienta poderosa que se puede utilizar para identificar productos auténticos frente a productos falsificados.
A través de dispositivos móviles, esta autenticación puede tener lugar en cualquier lugar, permitiendo a las marcas participar al consumidor en el proceso de validación del nivel de autenticidad del producto