La bodega Seppeltsfield ubicada en el valle de Barossa (Australia) ha lanzado una serie de vinos de alta gama identificados con una etiqueta autoadhesiva que contiene un microchip y una antena basados en tecnología RFID & NFC

Este sistema permite crear experiencias interactivas con los consumidores y combatir la falsificación

En la memoria del microchip se almacena un número de identificación único para cada botella, que posteriormente puede ser validado por los consumidores contra un registro en línea

Esta solución, denominada “NFC Vintail” permite determinar la autenticidad del producto leyendo la etiqueta RFID del vino a través de cualquier teléfono inteligente, indicando si la botella ha sido abierta y alertando sobre cualquier manipulación previa del producto

La aplicación también brinda a los usuarios una experiencia interactiva con la marca, que incluye información detallada sobre su procedencia y un recorrido virtual por Seppeltsfield y sus viñedos

“Es muy importante que estemos a la vanguardia de la innovación, por lo que estamos adoptando un enfoque proactivo e invirtiendo en tecnología para garantizar la autenticidad de nuestros productos” comentó Warren Randall, presidente ejecutivo de Barossa