Gestionar un negocio minorista es un desafío cada vez más complejo
Los retailers se enfrentan a un entorno hipercompetitivo en el que deben mejorar constantemente su oferta y al mismo tiempo optimizar sus márgenes de rentabilidad
Administrar de forma eficiente una red de tiendas ya no resulta suficiente, porque los consumidores son cada vez más exigentes y demandan también una experiencia digital satisfactoria
Esto implica desarrollar la capacidad de combinar ambas operaciones (la física y la digital) para ofrecer servicios como la compra en linea con retiro en tienda
Para lograr este objetivo, resulta necesario contar con una visión confiable y unificada sobre los inventarios
Un stock integrado significa que las tiendas y los centros de distribución no son “islas con inventario” que compiten entre sí, sino que comparten la información sobre su disponibilidad de stock
Es a partir de esta visibilidad, que los artículos pueden moverse entre las tiendas y los centros de distribución para lograr brindar la mejor experiencia a los clientes y potenciar cada venta
Para poder controlar el movimiento de cada item a través de toda la cadena de abastecimiento resulta necesaria e imprescindible la implementación de tecnología RFID